Crece en México el control de las operaciones empresariales por parte del crimen organizado
Las autoridades mexicanos conocen en parte de esta realidad que se ve reflejada año a año. La extorsión y el robo le cuestan al año a las empresas del país unos 120.000 millones de pesos (6.800 millones de dólares), equivalente al 0,67% del PIB de México, según cifras oficiales en un trabajo publicado por AFP titulado. “Le ponen precio a todo”: el crimen organizado golpea el bolsillo de los mexicanos.
Principales resultados
Estas empresas consideran que los principales delitos sufridos fueron el asalto o robo con violencia a sus empleados, ataques al transporte de la cadena de suministro y extorsión virtual.
La distribución de productos a nivel nacional, parte esencial de la operación, se ve afectada por la situación de seguridad: 12% de las empresas consideran que el crimen organizado ha tomado el control parcial de la venta, distribución y/o precios de sus productos.
Y un dato demoledor, por pequeño que sea, el 1% dijo que ese control es total en sus unidades productivas, lo cual ha comenzado a perfilarse dentro de la data del estudio empresarial como un factor muy preocupante.
El principal motivo de preocupación para las empresas en México es la seguridad para sus empleados y familia, seguido de ciberseguridad y seguridad física de las instalaciones.
Se mantiene una tendencia en los estados de mayor preocupación en seguridad, ellos son: Ciudad de México, Guanajuato, Michoacán y Jalisco; mientras que Baja California, Yucatán, Campeche y Quintana Roo fueron los de menor preocupación.
La tendencia de años anteriores continúa: las empresas asumen la inseguridad como un costo operativo adicional con enfoque de prevención, que implica mantener centros de monitoreo, líneas telefónicas de emergencia, medidas de protección para empleados —como seguridad ejecutiva—, así como planes de gestión y manejo de crisis.
58% de las empresas invierten entre 2% y 10% de su presupuesto anual en temas de seguridad, mientras que sólo 4% de ellas invierte más del 10%. Hace dos años, 62% invertía entre 2% y 10% de su presupuesto anual en seguridad y 8% más del 10%. Sin embargo, solo el 4% de las empresas aseguran que, en términos absolutos, su presupuesto en seguridad disminuyó.
En el mismo nivel, el 81% de los consultados manifestaron que la ciberseguridad es de alta prioridad para la empresa, preocupados sobre todo por las crecientes amenazas de acceso a la información (85%) y ataques cibernéticos (80%).
Ocho de cada 10 encuestados perciben que el Estado de derecho se hace valer poco o nada en el país. El 85% (un aumento de nueve puntos porcentuales con respecto al Sondeo anterior) que la ilegalidad está afectando a sus empresas.
Hay una percepción negativa generalizada sobre la aplicación de las leyes en México y la actuación de las autoridades. 81% coinciden en que hay muy poca o nula coordinación entre las instancias de gobierno encargadas de la seguridad.
¿Y el Gobierno?
Es algo que cuesta asimilar, que una empresa considere que una parte o la totalidad de un segmento de su negocio está bajo control del crimen organizado. Y teniendo en cuenta que las empresas del sondeo representan el 21% del PIB nacional, son palabras mayores.
La desconfianza en las fuerzas de seguridad de México es muy notable, según reveló el estudio:
- El 75% tiene poca o ninguna confianza en la policía municipal
- El 67% tiene poca o ninguna confianza en la policía judicial
- El 29% tiene poca o ninguna confianza en la policía estatal.