Síndome de junio: ¿qué es y cómo se manifiesta?

Se conoce como síndrome de junio a la fatiga física y mental que las personas enfrentan tras empezar un nuevo trabajo o estudiar en una nueva escuela en abril. Es el resultado del cansancio acumulado durante ese lapso.
En los infantes, el estrés provocado por el ingreso a una nueva escuela o al cambiar de curso puede originar que motivar que se nieguen a asistir a clases.
Los síntomas más comunes, de acuerdo con Jiji Press, son:
+ Dificultad para levantarse por la mañana.
+ Insomnio.
+ Dolor de cabeza.
+ Dolor abdominal.
+ Mareos.
+ Náuseas.
+ Malestar general.
+ Pérdida de apetito.
Al igual que el síndrome posvacacional de mayo (gogatsubyo), el trastorno de junio ha sido clasificado médicamente un trastorno de adaptación.
Cifras del Ministerio de Educación revelan que el número de estudiantes negados a asistir a la escuela primaria o sevundaria alcanzó un récord en el año lectivo 2023 al llegar a 346 mil 482 individuos.
Cuídate de la depresión estacional
De acuerdo con la Clínica Mayo, en Estados Unidos, existe una depresión vinculada a los cambios de estación: el trastorno afectivo estacional.
Dicha afección suele comenzar en otoño, prolongarse el invierno y concluir durante los meses de primavera y verano, pero también pueden generarse, con menor frecuencia, durante la primavera o los inicios de verano para desaparecer entre otoño e invierno.
Sea cual sea el periodo, el padecimiento suele caracterizarse por una baja de energía en el individuo, por estar más propenso a tener mal humor, a sentirse apático, triste o decaído, por perder el interés en las actividades que solía disfrutar y por el exceso de sueño.
Los cambios de apetito, el aumento de peso y la dificultad para concentrarse son otros síntomas comunes.
La causa específica de este trastorno es desconocida, pero se piensa que la reducción en los niveles de luz solar y sus alteraciones tanto en el reloj biológico como en la caída de serotonina (neurotransmisor asociado al estado de ánimo) pueden ser responsables.
La alteración de los niveles de melatonina (sustancia con repercusiones en los patrones del sueño y el estado de ánimo), además de antecedentes familiares, la depresión, los trastornos bipolares graves, el vivir lejos del Ecuador y los niveles bajos de vitamina D son otros factores a tener en cuenta.
“Los signos y síntomas del trastorno afectivo estacional deben tomarse en serio. Al igual que sucede con otros tipos de depresión, el trastorno afectivo estacional puede empeorar y ocasionar problemas si no se trata”, asegura el sitio especializado en salud.
Algunas de las complicaciones más comunes son aislamiento social, problemas en la escuela o el trabajo, abuso de sustancias, otros trastornos de salud mental y tanto pensamientos como conductas suicidas.
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